domingo, 16 de octubre de 2011

¿ Cómo saber si un niño/a padece del trastorno TDAH?

Al menos seis de los siguientes síntomas de hiperactividad-impulsividad deben haber persistido por al menos seis meses en un grado que no es adaptativo y a la vez es inconsistente con el nivel de desarrollo del sujeto.
           
Hiperactividad
  • Frecuentemente juega o mueve inquietamente dedos, manos, o pies y/o se retuerce en el asiento.
  • Frecuentemente deja su asiento en el aula o en otras situaciones en las que se espera que permanezca sentado. 
  • Frecuentemente corre y/o trepa en exceso en situaciones en las que es inapropiado (en adolescentes y adultos este criterio debe limitarse a los sentimientos subjetivos de desasosiego e impaciencia). 
  • Frecuentemente tiene dificultades para participar o disfrutar de actividades de descanso  y ocio.     
  • Frecuentemente está como en funcionamiento permanente y/o a menudo está en acción como si estuviese impulsado por un motor.       
  • Frecuentemente habla excesivamente.
Impulsividad
  • Frecuentemente comienza a contestar o hablar antes que la pregunta se haya completado.
  • Frecuentemente tiene dificultades en esperar su turno en juegos o conversaciones.
  • Frecuentemente interrumpe o se entromete en las actividades de otros (ej. Interfiere en conversaciones o juegos o tiene intervenciones "descolgadas").

La simple presencia de los síntomas mencionados por más de 6 meses y generando un grado de desajuste no son suficientes para el diagnóstico, en especial porque no abrirían la puerta del diagnóstico positivo a una serie de afecciones diferentes. Por ello, deben seguirse una serie de criterios adicionales:

  • Los síntomas deben haberse instalado antes de los 7 (siete) años.
  • Los síntomas deben haber estado presentes ininterrumpidamente al menos durante los últimos 6 (seis) meses.
  • Los síntomas deben manifestarse en 2 (dos) o más ámbitos (escuela, hogar, etc.)
Y se debe tener clara evidencia clínica que los síntomas provoquen angustia significativa y/o perjuicio sobre la vida social, académica, laboral etc.
No debe existir alguna condición médica general que pueda explicar los síntomas.

Consecuencias del TDAH

El no recibir un tratamiento adecuado para el TDAH conlleva consecuencias importantes para los niños y adolescentes que lo padecen en el ámbito escolar, familiar, social y personal.

Cómo incide el TDAH no tratado en la vida escolar

El TDAH no tratado afecta a los niños y adolescentes en la escuela en forma de notas más bajas en los exámenes, repetición del curso y dificultades en aplicar los conocimientos a tareas personales y escolares. El quince por ciento (15%) de los niños con TDAH no tratado presentan trastornos de aprendizaje que afectan el área de las matemáticas o la lectura, dejando a los pacientes por detrás de sus compañeros del colegio. También es posible que el absentismo alcance niveles significativos.
Asimismo, algunos niños con TDAH que no reciben tratamiento presentan comportamientos agresivos y perturbadores. En muchos casos, estas dificultades pueden exigir una atención académica adicional, la repetición del curso y la colocación del paciente en programas de educación especial. Aproximadamente entre el 50% y el 60% de los niños con TDAH no tratado acaban por ser expulsados de clase y entre el 10% y el 30% de los adolescentes abandonan sus estudios y/ o no logran terminar el bachillerato. Sólo el 5% de los adolescentes con TDAH terminan sus estudios universitarios.

Tabla 1-2. Dificultades escolares de niños y adolescentes con TDAH no tratado


Medida de resultados
Prevalencia en niños/ adolescentes con TDAH no tratado
Déficits que afectan el área de las matemáticas o lectura   15%
Rendimiento educativo por debajo del nivel esperado 80% al 90%
Repetición del curso:  29%
Expulsión de la clase:   50% al 60%
Expulsión de la escuela:  13%
Abandono del bachillerato antes de graduarse:    10% al 30%
Terminan Estudios Universitarios:   5%

 

Efectos sobre la vida familiar y el funcionamiento familiar

Los problemas conductuales asociados al TDAH no tratado pueden incidir de forma negativa en la toda la familia. Los niños y adolescentes que sufren este trastorno pueden sufrir problemas por mostrarse tercos, desafiantes, por negarse a obedecer, por pataletas y hostilidad verbal. Además, el TDAH no tratado también puede tener un impacto profundo en las relaciones con sus hermanos. Todas estas tensiones pueden acabar por minar la salud psíquica y física de los padres.

Efectos sobre las relaciones con los compañeros y relaciones sociales

A menudo los niños y adolescentes con TDAH no tratado tienen dificultades para hacer y mantener amistades. Es posible que los compañeros (y sus padres) eviten abiertamente o desaconsejan las interacciones con niños cuya conducta es hiperactiva y descontrolada. Es más, muchos niños que sufren TDAH y que no son tratados tienen una menor capacidad para interpretar los mensajes sociales no verbales y sutiles de sus compañeros. También les puede resultar difícil terminar un juego o saber dónde encontrar sus pertenencias.

Efectos sobre la autoestima

Es frecuente que los niños con TDAH no tratado tengan un nivel bajo de autoestima, sobre todo si los padres y familiares cercanos no comprenden la naturaleza de la naturaleza de conducta del niño que es propia del TDAH y culpan al niño por no comportarse correctamente.

Efectos sobre la salud y seguridad

El no recibir un tratamiento adecuado para el TDAH tiene consecuencias claras sobre la salud y seguridad del paciente. Los niños y adolescentes con TDAH no tratado sufren más lesiones por accidente y más problemas de salud que otros. Por ejemplo, la incidencia de accidentes de tráfico es mayor para conductores adolescentes con TDAH no tratado que para otros conductores adolescentes (57% frente al 39%). Un estudio retrospectivo de expedientes provenientes de 70 hospitales detectó que los niños con TDAH no tratado eran significativamente más propensos a sufrir lesiones por accidente que requerían el ingreso hospitalario que niños sin TDAH, incluidos los siguientes:
  • Accidentes mientras caminaban (27,5% versus un 18,3%)
  • Accidentes de bicicleta (17,1% versus el 13,8%)
  • Traumatismo craneoencefálico (53% frente al 41%)
Las lesiones en niños con TDAH no tratado tienden a ser más graves que las de los niños sin TDAH. También se dan más casos de envenenamiento accidental en niños con TDAH no tratado y la tasa de mortalidad en niños menores de 12 años con TDAH no tratado es cinco veces superior que en niños sin TDAH.
Existe una mayor probabilidad de que los niños y adolescentes con TDAH no tratado:
  • Queden embarazadas durante adolescencia y contraigan enfermedades de transmisión sexual
  • Se muestren más proclives a desarrollar trastornos por uso de drogas ilegales o alcohol
  • Empiecen a fumar tabaco antes de los 17 años de edad (el 46% frente al 24%)

jueves, 13 de octubre de 2011

cuento hiperactividad



TEST AUTODIAGNOSTICO TDAH


http://www.trastornohiperactividad.com/test-autodiagnostico-tdah

¿QUÉ ES EL TDAH?


l TDAH (Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad) es un trastorno en el que intervienen tanto factores genéticos como ambientales. El TDAH es un trastorno de conducta que aparece en la infancia, y que se suele empezar a diagnosticar en torno a los 7 años de edad aunque en algunos casos este diagnostico se puede realizar de una manera más precoz. Se manifiesta como un aumento de la actividad física, impulsividad y dificultad para mantener la atención en una actividad durante un periodo de tiempo continuado. Además de esto hay niños en los que se observan a su vez problemas de autoestima debidos a los síntomas propios del TDAH y que los padres no suelen asociar a dicho trastorno. A su vez, el TDAH se puede asociar con frecuencia a otros problemas, y  sus consecuencias se aprecian en distintos ambientes de la vida del niño, no solo el escolar, sino que también afecta en gran medida a las relaciones interpersonales tanto con la familia, como con otros niños y con sus educadores, siendo estas interrelaciones clave en el desarrollo del niño.
Según la clasificación norteamericana de enfermedades psiquiátricas DSM-IV, no todas las personas que padecen TDAH tienen el mismo cuadro clínico. En algunas de ellas predominan los síntomas de TDAH de inatención, en otras los de hiperactividad e impulsividad, y en otras hay problemas tanto atencionales como de hiperactividad e impulsividad (lo que se conoce como TDAH combinado o mixto). Es decir, el TDAH se puede desglosar en varios subtipos, dependiendo de qué grupo de síntomas predominen.
Estas variantes son conocidas como "subtipos del TDAH". De todos ellos el más frecuente es el combinado, seguido del predominantemente hiperactivo-impulsivo. El subtipo predominantemente inatento es el menos frecuente de ellos, y se da más en niñas que en niños, frente a los otros cuadros clínicos que se detectan más en niños que en niñas. Es decir, debido a que los síntomas de inatención son más sutiles, se detectan menos y provocan que el diagnóstico de TDAH en niñas/adolescentes tarde más en realizarse o, en muchos casos, pase inadvertido.